En las últimas semanas, el debate sobre la liquidez en el sistema financiero estadounidense ha vuelto a ocupar un lugar central. A ello se ha sumado una afirmación llamativa: un ex gurú del mercado de repos de la Reserva Federal de Nueva York ha sugerido que Jerome Powell podría anunciar la compra de 45.000 millones de dólares en letras del Tesoro. Aunque no se trata de una confirmación oficial, la idea ha generado un intenso interés entre analistas, inversores y gestores profesionales. ¿Qué supondría un movimiento así? ¿Por qué la Fed se plantearía intervenir? ¿Y cómo podría afectar a los mercados?
Este artículo profundiza en el contexto, los motivos y las implicaciones de este posible giro técnico de política monetaria.
1. Un entorno de liquidez más frágil de lo que parece
Aunque la economía estadounidense continúa mostrando fortaleza en varios indicadores, existe un punto delicado que preocupa a la Fed: el deterioro del nivel de reservas bancarias. Durante los últimos años, la Reserva Federal ha dejado vencer parte de su cartera de bonos sin reinvertir —una estrategia conocida como “QT” o ajuste cuantitativo— con el objetivo de retirar liquidez y normalizar su balance.

El problema es que, en períodos de fuerte emisión de deuda pública del Tesoro, esta retirada simultánea de liquidez puede crear tensiones en el sistema monetario. En el pasado, ya hemos visto episodios de estrés en repos y mercados interbancarios cuando las reservas se acercan a niveles considerados “mínimos operativos”. El ejemplo más claro ocurrió en 2019, cuando la Fed tuvo que intervenir de emergencia para evitar dislocaciones mayores.
En este contexto, que la Fed haya empezado a reinvertir parte de los vencimientos en lugar de dejarlos caer sin reemplazo no es casualidad. Y que algunos expertos anticipen compras adicionales de letras encaja en esta lógica preventiva.
2. ¿Por qué comprar letras del Tesoro y no bonos a largo plazo?
Si la Fed quisiera estimular la economía, normalmente se orientaría hacia compras de bonos a largo plazo —como en los programas de QE tradicionales— para presionar a la baja los tipos de interés estructurales.
Pero una compra de letras del Tesoro (T-bills) tiene una naturaleza diferente:
- Se enfoca en el corto plazo del mercado monetario.
- No busca manipular la curva de tipos ni abaratar el crédito a largo plazo.
- Es un instrumento más “quirúrgico”, orientado a gestionar el nivel de reservas.
- Permite inyectar liquidez sin enviar un mensaje de estímulo monetario agresivo.
Esto es clave: de confirmarse la operación, sería una acción técnica, no un cambio de rumbo hacia nuevas rondas de expansión cuantitativa.
3. Qué señales estaría enviando Powell con un movimiento así
Un anuncio como el que sugiere el ex especialista de la Fed enviaría varios mensajes simultáneos:
Mensaje 1: La estabilidad del sistema financiero prevalece
La Fed estaría actuando para evitar que la liquidez caiga a niveles peligrosos. Sería un mensaje de prudencia, no de pánico.
Mensaje 2: La política monetaria sigue en “modo restrictivo”
Las compras de letras no contradicen la postura general de tipos altos y control de inflación. Se trataría de un ajuste técnico, no de un giro dovish.
Mensaje 3: El mercado de deuda pública sigue siendo prioridad
Con un Tesoro emitiendo volúmenes récord de deuda, la Fed no puede permitirse un desajuste que afecte al coste de financiación del Gobierno o a la estabilidad del mercado monetario global.
4. ¿Cómo reaccionarían los mercados?
Las implicaciones pueden ser significativas, especialmente en tres áreas:
a) Renta variable
La bolsa suele reaccionar positivamente cuando la Fed facilita liquidez, aunque sea de manera puntual. Un aumento en reservas bancarias tiende a mejorar las condiciones financieras y reduce el riesgo de tensiones crediticias.

b) Renta fija
Las letras del Tesoro podrían ver una demanda creciente. Los tipos a corto plazo podrían estabilizarse o incluso bajar ligeramente si la intervención es relevante.

c) Dólar y mercados globales
El dólar podría debilitarse marginalmente, ya que un sistema más líquido suele reducir la demanda relativa por activos refugio. Sin embargo, cualquier efecto sería moderado, pues no estamos ante un QE clásico.

5. Conclusión: una medida técnica con fuerte impacto psicológico
La posible compra de 45.000 millones de dólares en letras del Tesoro no sería, en esencia, un estímulo monetario. No implicaría un cambio en el rumbo de Powell ni un reinicio del QE que muchos inversores sueñan con ver.
Pero sí sería una señal poderosa:
la Fed está vigilando el sistema financiero y no permitirá que la liquidez se deteriore hasta niveles peligrosos.
En un entorno de volatilidad y elevada sensibilidad a los movimientos de política monetaria, una acción técnica puede tener efectos psicológicos tan importantes como una decisión estratégica. Y en los mercados, la percepción es a menudo tan importante como la realidad.